6 de abril de 2012

TÉCNICAS DE RELAJACIÓN: LA EUTONÍA DE GERDA ALEXANDER


                                        Es frecuente volver a casa tras un entrenamiento, una sesión de gimnasio o una actividad física, y sentir ciertas molestias a nivel muscular que nos impiden llevar a cabo una rutina cómoda. Pues bien, esas molestias tienen solución. Solo hace falta un poco de espacio y perder la vergüenza que tienen algunas personas (sobretodo adultos) a la hora de adoptar unas determinadas posturas corporales. 

Gerda Alexander
                      El método que trataremos a continuación consiste en la Eutonía de Gerda Alexander. Si analizamos la palabra Eutonía nos encontramos con “eu”, bueno en griego, y tono, refiriéndose a nuestro propio tono muscular. Puede definirse como la búsqueda del equilibrio de las distintas tensiones que existen en nuestro cuerpo a través de unas determinadas  posturas parecidas a las utilizadas en el yoga. El objetivo que se pretende alcanzar es un equilibrio entre la conciencia de las sensaciones interiores y la apertura hacia el mundo exterior, así como que el individuo recobre la adaptabilidad de su tono muscular. 

                                      Se basa en la percepción corporal y consiste en un método individualizado (cada persona es distinta y tienda diferentes formas de adaptarse a una postura). Buscaremos con ello la vuelta al bienestar del sujeto. Para ello, además de unos pequeños masajes y estiramientos de la piel, proporcionaremos a nuestro cuerpo una serie de movimientos pasivos que serán determinantes para lograr la Eutonía. Para determinar los puntos de mayor tensión muscular y así poder relajar dichas zonas, se presentan una seria de posturas idóneas para ello:  
1: De rodillas, sentado sobre los talones, con los dedos de los pies flexionados y en contacto todos ellos con el suelo, proyectar el peso corporal sobre ambos talones juntos
2: Igual que la anterior, pero con los pies extendidos
3: En cuadrupedia, cruzar ambas piernas y luego sentarse sobre ellas, distribuyendo por igual el peso del cuerpo entre los dos huesos de la cadera
4: Sentarse con piernas separadas, flexionadas y un pie delante del otro. Luego, flexionar la cadera hasta que la frente toque el suelo
5: Sentado, piernas flexionadas, cabeza sobre las rodillas y manos tomando la parte inferior de las tibias, extender lentamente las piernas hasta que toquen el suelo
6: Tumbado sobre la espalda, levantar las piernas flexionadas hasta que las rodillas toquen el suelo
7: Decúbito dorsal, manos cruzadas detrás de la cabeza, codos en contacto con el suelo, piernas  y plantas de los pies sobre el suelo, ambas rodillas caen a la derecha y a la izquierda, sin levantar los omóplatos
8: Tendido de costado, con las rodillas en el suelo, girar el tronco hasta que los brazos y hombros toquen el suelo manteniendo las piernas en la posición inicial.
9: Decúbito dorsal, con los brazos en “candelero”. Los dorsos de las manos deben tocar el suelo. Luego, rotando sobre el codo, serán las palmas las que estén en contacto con el suelo
                       Mediante la práctica de estas posturas corporales, que pueden resultar incómodas al principio, mejoraremos la percepción de nuestro cuerpo así como la identificación de las tensiones musculares que causan molestias en nuestro cuerpo.

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