8 de junio de 2012

SOBREENTRENAMIENTO: CUANDO LO BUENO ES EXCESIVO

                      Es comprensible, tal y como vimos en la segunda entrada de AreteSport, que la fatiga sea nuestra principal enemiga a la hora de llevar a cabo una actividad física de cierta intensidad. Lo que quizá no sea tan normal, es uno de los caminos que no lleva directamente a dicha fatiga. Nos referimos al sobreentrenamiento, un exceso de práctica deportiva que suele desembocar en una fatiga crónica (una de las más peligrosas)

 Este sobreentrenamiento llega tras una serie prolongada de entrenamientos intensos, sobretodo, en deportes dónde la resistencia juega un papel fundamental. Como consecuencia, se deteriora el rendimiento debido a la dificultad para recuperarse entre sesión y sesión. El síndrome del sobreentrenamiento no solo consiste en esta bajada de rendimiento; sobresale la incapacidad a corto plazo para entrenarse. La capacidad psicológica del sujeto se ven tan afectada como la física, perdiendo así el interés por la competición, el entrenamiento y el deporte en general. La tendencia a lesionarse aumenta, y con ella, las posibles infecciones debido a una najada del sistema inmunitario.

SIGNOS Y SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE SOBREENTRENAMIENTO

Relacionados con el rendimiento: 

  • Descenso del rendimiento
  • Fatiga persistente
  • Necesidad de recuperación
Síntomas fisiológicos:
  • Descenso de la capacidad máxima de trabajo     
  • Insomnio
  • Rigidez y dolor muscular
  • Pérdida de apetito y masa muscular
  • Frecuencia cardíaca elevada en reposo
Síntomas psicológicos:
  • Depresión
  • Apatía general
  • Disminución de la autoestima
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de competitividad 
                        
                                 Aunque en principio no parezcan aspectos muy relacionadas, hidratos de carbono y sobreentrenamiento están estrechamente ligados. El agotamiento gradual de las reservas de este tipo de nutrientes, unido a un entrenamiento agotador y repetitivo, puede contribuir al síndrome de sobreentrenamiento, ya que se produce una disminución brusca de la concentración muscular de glucógeno, "gasolina" para nuestros músculos.

                                  Una vez asimilado qué es, y qué produce el síndrome, abordaremos lo que todos deseamos: soluciones. La reducción progresiva del entrenamiento es posiblemente el método más eficaz. No buscamos con ella la desaparición total de la práctica, sino emplear ese tiempo en otro tipo de ejercicios que puedan relajar al deportista. Por lo tanto, para conseguir el máximo rendimiento, los deportistas sobreentrenados deben reducir su volumen de entrenamiento y aumentar considerablemente su consumo de hidratos de carbono varios días antes de la competición, sobretodo a final de temporada. El objetivo de esta reducción de práctica es dar tiempo a los músculos para que vuelvan a sintetizar glucógeno a los niveles máximos y así permitir que se restablezcan los depósitos a niveles antes del entrenamiento.

                                  Teniendo estos datos en cuenta, es fácilmente explicable le hecho de que la diferencia en la élite de cada deporte, está en el tiempo de recuperación de cada deportista